Thursday, September 27, 2007

¡No se renuncia! II

Argentinos, Alfonsín nos devolvió una democracia renga que nos llevó a la hiperinflación. Menem canjeó una oportunidad de cambiar la historia por la quimera de la reelección por la que endeudó a la nación y quebró a la república. De la Rúa cumplió su destino desgraciado. Duhalde hizo saltar a la pobreza al 54% de la población. Kirchner nos hundió en la mediocridad y en un populismo prepotente, grosero, y tosco.
Así las cosas, parece que estamos dominados por una banda de sátrapas que dilapidan en dádivas y prebendas, a cambio de votos y voluntades, la mayor parte de los ingresos públicos, sin devolver a la gente el valor de sus pesados impuestos.
Pero, si la declinación lleva más de 70 años, y han formado parte de ella todos los gobiernos, militares, radicales, y peronistas. Si el gobierno actual, aún frente a reiterados escándalos de corrupción, a la evidente opresión ejercida sobre periodistas y empresarios, al retorno de la inflación, la escasez de energía y hasta de algunos alimentos, al lamentable resultado material en forma de flacos salarios para la mayoría de la población. Si aún pretende sobre toda esta malaria una hegemonía matrimonial en la República. Si pese a todo, mantiene el liderazgo en las encuestas. Si en cambio nuestro candidato, que representa los valores republicanos, democráticos, la cultura del trabajo, el esfuerzo por progresar, la movilidad social, el gobierno limitado, los mercados libres, la excelencia en la educación, no logra despegar en las encuestas.
Entonces, ¿porqué nos esforzamos en combatir algo que no es un hecho aislado, una aberración, una monstruosidad; sino un hecho fatal, forzoso, natural y lógico? (*)
Sarmiento nos respondería:
“¿Acaso porque la empresa es ardua, es por eso absurda? ¿Acaso porque el mal principio triunfa, se le ha de abandonar resignadamente el terreno? ¿Acaso la civilización y la libertad son débiles…?” ¿Debemos renunciar a un destino ilusorio de grandeza y de riqueza, como el que soñó Alberdi y logró la generación del 80? No, señores.
“¡Este porvenir no se renuncia así nomás! No se renuncia porque la tiranía ha triunfado largos y pesados años. No se renuncia porque las brutales e ignorantes tradiciones […] hayan podido más en un momento de extravío de las masas inexpertas. No se renuncia porque en un pueblo haya millares de hombres candorosos, que toman el bien por el mal, egoístas que sacan de él su provecho, indiferentes que lo ven sin interesarse, tímidos que no se atreven a combatirlo; corrompidos, en fin, que, no conociéndolo, se entregan a él por inclinación al mal, por depravación; siempre ha habido en los pueblos todo esto, y nunca el mal ha triunfado definitivamente.”[…] “¡No!; no se renuncia a un porvenir tan inmenso, a una misión tan elevada, por ese cúmulo de contradicciones y dificultades. ¡Las dificultades se vencen: las contradicciones se acaban a fuerza de contradecirlas!”(*)
Argentinos, nuestro enemigo es la tiranía en todos sus órdenes, en el gobierno, pero también en los múltiples partidos opositores que no han sabido unirse en un auténtico Partido Federal Republicano y Democrático. Han elegido a sus candidatos despóticamente, a dedo, en mezquinas negociaciones hasta último minuto, lejos de los esquemas institucionales que operan en los países civilizados. Acaso el enemigo se encuentra dentro de nosotros mismos, ese enano fascista que Oriana Fallaci descubrió que cada argentino esconde en su seno.
Pues bien, nuestra obligación es vencerlo. Echeverría nos alienta desde su tumba: “Miserables aquellos que vacilan cuando la tiranía se ceba en las entrañas de la patria”.
Nuestro objetivo entonces, más allá de las inmediatas elecciones de octubre, será fusionar decenas de partidos demócratas, liberales, republicanos, renovadores, comprometidos con el cambio, que están diseminados por todo el país, en un único y auténtico partido Republicano, Federal y Democrático. Republicano porque respete su propia carta orgánica, implemente la división de poderes interna y limite a sus autoridades; Federal porque acate las autonomías de cada distrito o localidad, sin que deban esperar las decisiones de ningún porteño/a bonito/a; y Democrático, porque venere las elecciones internas abiertas preestablecidas con un sistema electoral de voto directo que respete la proporcionalidad y representatividad de los votantes para todos los cargos públicos y partidarios.
Compartimos el sueño de Alberdi de una Argentina rica y opulenta, tenemos un camino, la unión de miles de dirigentes de decenas de partidos atándonos a reglas pétreas que limiten nuestros egos y ansias personales, limitándonos para que cada uno pueda concentrarse en ser útil en lugar de ser importante. No existe un proyecto alternativo equivalente, por eso no podrán vencernos, es sólo cuestión de tiempo.
Con Sarmiento y Alberdi les decimos: NO SE RENUNCIA.
(*) Las itálicas corresponden a textos extraídos de: Facundo o Civilización y Barbarie en las Pampas Argentinas. D. F. Sarmiento – 1845

1 comment:

Tefi Massa said...

Buen dia Agustin!
en nombre de los "autoconvocados" de azul, nos gustaria contactarnos con usted. Le dejo mi mail: tefimassa@hotmail.com
Desde ya muchas gracias
Lo saludo atte.
Estefania